La Salud del Corazón y el Cáncer de Mama
Las mujeres que han tenido cáncer de mama viven más tiempo que nunca. A los ocho años después de un diagnóstico de cáncer de mama es más probable que las personas sin enfermedad metastásica mueran de una enfermedad del corazón que de cáncer de mama. El tratamiento del cáncer de mama puede aumentar el riesgo de algunas enfermedades del corazón, las arterias y los vasos sanguíneos, también conocidas como enfermedades cardiovasculares (ECV).
¿Quién está en riesgo?
Las ECV y el cáncer de mama comparten muchos factores de riesgo. El historial familiar, nuestros genes, y el envejecimiento aumentan el riesgo de ambos. La diabetes y la presión arterial alta están relacionadas con las ECV. Las mujeres con cáncer de mama tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta y diabetes en comparación con las que nunca han sido diagnosticadas. Aquellas que padecen de presión arterial alta o diabetes antes del cáncer de mama tienen el doble de riesgo de problemas cardíacos después del cáncer.
Nosotros podemos controlar varias cosas que también contribuyen tanto a las ECV como al cáncer de mama, como no movernos lo suficiente (falta de actividad física), comer mucha carne roja, beber demasiado alcohol, y fumar o vapear tabaco. Los tratamientos para el cáncer de mama, como la quimioterapia, la radiación y los medicamentos, también pueden afectar la salud del corazón, incluso años después.
Dos investigadoras asociadas de Zero Breast Cancer, la Dra. Heather Greenlee del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson y la Dra. Marilyn Kwan de la División de Investigación de Kaiser Permanente Northern California, han estado liderando un estudio de ECV en mujeres que tuvieron cáncer de mama en comparación con las que no. Ellas encontraron que:
- Las mujeres que recibieron quimioterapia tienen más probabilidades de desarrollar problemas con el bombeo del corazón (insuficiencia cardíaca), enfermedades del músculo cardíaco (cardiomiopatía), o un coágulo de sangre que comienza en una vena (tromboembolismo venoso).
- Las que recibieron radiación en el lado izquierdo tienen más probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca o tromboembolismo venoso.
- Las mujeres que recibieron terapia hormonal tienen más probabilidades de que su corazón deje de bombear (paro cardíaco) o desarrollar un tromboembolismo venoso.
La radiación puede endurecer o hacer más rígidos los tejidos de corazón y los medicamentos de quimioterapia pueden dañar el corazón. Se sabe que un medicamento de quimioterapia común, la doxorrubicina (Adriamicina®), aumenta la probabilidad de problemas cardíacos. Puede causar cambios en el ritmo cardíaco (arritmias) o reducir la acción de bombeo (insuficiencia cardíaca). Otro fármaco, trastuzumab (Herceptin®), usado para tratar los cánceres de mama HER2 positivos (aproximadamente 1 de cada 4 cánceres de mama), puede causar daño al músculo cardíaco e insuficiencia cardíaca--estos problemas por lo general desaparecen cuando dejan de tomar Herceptin®.
El riesgo de problemas cardíacos y de cáncer de mama también puede verse afectado por otras cosas, como la contaminación del aire por el tráfico y el humo donde vivimos, trabajamos y jugamos (también conocido como nuestro entorno social y construido). El estrés crónico es un factor de riesgo para las ECV. Algunos ejemplos de este son el experimentar discriminación racial, vivir durante años en una zona con altas tasas de criminalidad o enfrentar muchos eventos estresantes, como un diagnóstico de cáncer. Tener acceso a alimentos saludables y espacios verdes, como parques, está relacionado con tasas más bajas de ECV después del cáncer de mama. Las doctoras Salma Shariff-Marco y Scarlett Lin Gomez, nuestras socias de la Universidad de California-San Francisco, exploran como nuestro entorno social y construido impacta el riesgo de ECV después del cáncer de mama. Al trabajar para predecir quién es probable que tenga problemas de corazón debido al tratamiento contra el cáncer de mama, los científicos nos pueden ayudar a prevenir y tratar mejor las ECV.
Reducir el riesgo de enfermedades cardíacas
Algunos hábitos saludables pueden mantener su corazón fuerte, reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama y ayudar a que su corazón sane si usted tuviese una afección cardíaca:
- Comer sano
- Actividad física y moverse frecuentemente
- No fumar ni vapear tabaco
- Limitar el consumo de alcohol
- Dormir lo suficiente
- Manejar el estrés
A veces, durante el tratamiento del cáncer de mama o con otros problemas de salud, es posible que no podamos hacer ejercicio. En los días que sintamos algo de energía, practicar alguna actividad física, incluso en pequeñas cantidades, puede ayudar mucho. Para aquellos de nosotros que no hemos estado activos últimamente, los expertos en ejercicio y el cáncer dicen que debemos de empezar con poco e ir despacio; es decir, comience con movimientos fáciles en intervalos cortos (como caminar y usar pesas ligeras) y aumente gradualmente. Las sobrevivientes de cáncer de mama que realizaron 150 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana tuvieron muchos menos eventos de ECV (23%) que las que no estaban activas.
Comer sano también es importante. Evitar las carnes rojas y llevar una dieta de granos enteros, verduras y frutas, que sea baja en grasas y azúcares, puede reducir tanto las ECV como el riesgo de cáncer de mama. Mantener un peso saludable es bueno, sin embargo, perder mucho peso o perderlo demasiado rápido puede ser señal de un problema. Eche un vistazo a nuestro blog de 2021 para obtener consejos de cómo comer bien y estar activo.
Controlar el estrés diario también es valioso para la salud del corazón, como dormir lo suficiente y mantener buenas relaciones personales. Para obtener consejos, consulte nuestro blog.
¿Cuáles son los síntomas y signos de las ECV?
Algunas señales de advertencia comunes de problemas cardíacos son:
- Dificultad para respirar (con actividad o acostado)
- Hinchazón de los pies y la parte inferior de las piernas (edema)
- Sensación de debilidad o mareos
- Fatiga
- Dolor en el pecho
Las mujeres pueden sentir que su corazón late de manera irregular, muy rápido o con fuerza en el pecho, náuseas/vómito y/o dolor de espalda o de la mandíbula. Puede obtener información sobre las condiciones cardíacas comunes aquí.
Si le preocupa la salud de su corazón, hable con su médico o enfermero practicante. Si no sabe cómo hacer sus preguntas, consulte estos consejos de cómo hablar con un médico.